lunes, 14 de febrero de 2011

El discurso de Alex de la Iglesia y la escuela del siglo XXI


A. de la Iglesia. Imagen procedente de Wikimedia Commons
Escribo esta entrada a raíz de la que he leído en el blog de Gorka Fernández en la que, a partir del discurso pronunciado por Alex de la Iglesia en la entrega de los Premios Goya de anoche, ha cambiado la palabra cine por escuela; película por alumno; público por alumnado y salas por aulas. Se ha basado en una idea original de @onio72 que dijo “@gorkafm @pcuestam Creo que ese discurso se puede leer en clave de escuela. #premiosgoya”

Yo por mi parte, le he querido dar una segunda vuelta de tuerca, cambiando el verbo “ver” por “educar”, el sustantivo “mercado” por “escuela” y algunos “agentes implicados” en el cine por los “agentes implicados” en la educación. Me ha quedado así:

(…)
PUEDE PARECER que llegamos a este día separados, con puntos de vista diferentes en temas fundamentales. Es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones. Y NADA MÁS. Porque en realidad, todos estamos en lo mismo, que es la defensa de la escuela. Quiero por ello felicitar y agradecer a todos los que estáis aquí, por caminar juntos en la diferencia, y hasta en la divergencia.
Hacemos mucho ruido, pero es que esta vez, hay muchas nueces. El choque de posturas es siempre aparatoso y tras él surge una nube de humo que impide ver con claridad. Pero la discusión no es en vano, no es frívola y no es precipitada.
No podemos olvidar lo más importante, el meollo del asunto. Somos parte de un Todo y no somos NADIE sin ese Todo. El docente no es docente hasta que alguien se pone delante y se educa. La esencia de la escuela se define por dos conceptos: el aula, y una gente que la disfruta. Sin alumnado esto no tiene sentido. No podemos olvidar eso JAMÁS.
Dicen que he provocado una crisis. Crisis, en griego, significa “cambio”. Y el cambio es ACCION. Estamos en un punto de no retorno y es el momento de actuar. No hay marcha atrás. De las decisiones que se tomen ahora dependerá todo. Nada de lo que valía antes, vale ya. Las reglas del juego han cambiado.
Hace 25 años, quienes se dedicaban a nuestro oficio jamás hubieran imaginado que algo llamado INTERNET revolucionaría la escuela de esta forma y que el que se educaran o no nuestros alumnos no iba a ser sólo cuestión de llevarlos a las aulas.
Internet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir información, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A “la juventud” no les gusta que le llamen así. Ellos son CIUDADANOS, son sencillamente gente, son nuestro ALUMNADO.
Ese alumnado que hemos perdido, no ve sentido a la escuela porque está delante de una pantalla de ordenador. Quiero decir claramente que NO TENEMOS MIEDO a Internet, porque Internet es, precisamente, la SALVACIÓN de nuestra escuela.
Sólo ganaremos al futuro SI SOMOS NOSOTROS LOS QUE CAMBIAMOS, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un NUEVO MODELO DE ESCUELA que tenga en cuenta a TODOS los implicados: Políticos, editores de libros de texto, administración educativa, docentes, familias, comunidad, y alumnado. Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia un nueva manera de entender la escuela.
Tenemos que pensar en nuestros derechos, por supuesto, pero no olvidar NUNCA nuestras OBLIGACIONES. Tenemos una RESPONSABILIDAD MORAL para con el alumnado. No se nos puede olvidar algo esencial: hacemos escuela porque los ciudadanos NOS PERMITEN hacerla, y les debemos respeto, y agradecimiento.
(…)
Quiero despedirme en mi última gala como presidente, recordando a todos los candidatos a los Goya TAN SÓLO una cosa: qué más da ganar o perder si podemos hacer escuela, TRABAJAR en lo que más nos gusta. No hay nada mejor que sentirse LIBRE creando, y compartir esa alegría con los demás. Somos escuela, contamos historias, creamos mundos para que el alumnado viva en ellos. Somos más de 180.000 maestros y maestras, profesores y profesoras, que tienen la inmensa suerte de vivir fabricando sueños. Tenemos que estar a la altura del PRIVILEGIO que la sociedad nos ofrece.
Yo creo, con toda humildad, que si queremos que nos respeten, hay que respetar primero.
(…)
Buenas noches.
En este texto se han respetado las mayúsculas enfatizadoras del discurso.
Versión sobre el texto de Alex de la Iglesia

Igual que yo he modificado el de Gorka (con su permiso), podéis modificar, cambiar, mejorar este texto como os plazca (espero que no le moleste el "pirateo" a Alex de la Iglesia)

3 comentarios:

  1. Muy bueno me ha gustado mucho el texto y el cambio.

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  2. Muchas gracias, Sofía. La verdad es que fue una idea de muchas personas. Yo sólo le di un "toquecito" y lo colgué aquí.
    Saludos

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  3. Realmente es un magnífico texto. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice su autor.
    Soy estudiante de 3º de la Universidad de MAGISTERIO SAFA-ÚBEDA, y es algo impresionante de lo que uno pude escuchar de sus compañeros. Si hay algo que me "quema por dentro", es la falta de ganas, de motivación de un estudiante de magisterio. Me sorprende, por otra parte no tanto, que personas que se van a dedicar a enseñar, a formar seres sociales,... tengan esa cara dura de decir barbaridades como: “…total si no voy a poder hacer nada…”, “…para lo que se hace ahora…”, “…yo lo que quiero es ser maestro para que los niños jueguen y yo mientras tanto me conecto a internet…”, etc. Es algo sorprendente.

    Realmente no sé qué va a pasar con los grandes maestros.

    A veces pienso, que el sistema de selección para entrar a una carrera de MAGISTERIO debería cambiar en España. Estamos evocados a la desaparición de las escuelas si seguimos permitiendo a esta gente que no siente la verdadera vocación por la EDUCACIÓN.

    Que enseñar no es fácil, que es algo "MUY COMPLICADO" (como dice mi Profesor Manuel Contreras de manera muy profunda y con la voz grave). No olvidemos que nuestra misión es formar íntegramente a los alumnos/as teniendo en cuenta todos los agentes socializadores y las nuevas tecnologías.

    Pienso que la formación del profesorado es escasa y pésima. Los maestros/as no tienen la capacidad para formar a otras personas. Si hay maestros/as que necesitan formarse ellos mismo íntegramente porque no sabes quienes son, no se conocen ellos mismo, todavía no están psicológicamente formados/as, etc.

    Para finalizar, quiero destacar que hay que tener un corazón enorme y unas ganas grandísima de SER MAESTRO o MAESTRA, y así como, ganas de aprender, porque si nos dedicamos a estudiar simplemente para examinarnos (aunque algunos ni eso) “apaga y vámonos”.

    UN FUERTE SALUDO José Luis Antiñolo

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